La gastronomía sevillana es una explosión de sabores que refleja la riqueza culinaria de Andalucía. Con influencias moriscas y sefardíes, la cocina sevillana ofrece una deliciosa variedad de platos. En este artículo te mostramos los representativos:
1. El gazpacho
El gazpacho es, sin duda, uno de los platos más famosos de la cocina sevillana. Se suele tomar en verano, ya que es un plato que se sirve frío, aunque más de un sevillano fijo que también toma gazpacho en los meses de frío. Esta especie de sopa espesa se realiza a base de pan, tomate, pimiento, aceite y agua, aunque hay muchas variantes: algunos le añaden pepino, por ejemplo. La receta es muy similar a la del salmorejo, típico de Córdoba, o a la receta de la ardoria, típica de Osuna (Sevilla).
2. El solomillo al whisky
Sin duda, una de las tapas estrella de Sevilla es el solomillo al whisky. Se trata de un solomillo de cerdo cocinado con una salsa a base de whisky junto con otros ingredientes, como el ajo. Se suele acompañar de patatas fritas o cocidas. Esta tapa es muy popular y te será fácil encontrarla.
3. El cazón en adobo
El cazón en adobo es un plato de la gastronomía sevillana y andaluza en general. Consiste en trozos de cazón, que es un tipo de tiburón pequeño, marinados y luego fritos. El adobo es la marinada en la que se sumerge el pescado antes de cocinarlo, y suele llevar vinagre, perejil, pimentón, y orégano, entre otros. Este plato tiene un olor muy característico, y si pasas por la calle Tetuán, no te resistirás y tendrás que parar en el bar Blanco Cerrillo para degustarlo. Es cierto que en algunos lugares, el término «cazón en adobo» se utiliza de manera más general para referirse a otros pescados que se preparan de manera similar, ya que el cazón no siempre está fácilmente disponible. También te recomendamos que pidas un cartucho variado de pescaito frito en algunas de las freidurías para probar el cazón en adobo junto con otras variedades.
4. El montaito de pringá
La «pringá» es un plato muy conocido de la gastronomía sevillana y andaluza. Nosotros siempre decimos que la pringá no se puede explicar, que hay que probarla, pero en este artículo vamos a intentarlo. Consiste en una especie de guiso que se elabora con diferentes partes del cerdo, especialmente con los restos de carne que quedan después de hacer un cocido (tocino, morcilla, chorizo…). La mezcla de carne se cocina lentamente en un caldo sabroso, absorbiendo los sabores de las diferentes carnes y embutidos. El resultado es un plato sustancioso y lleno de sabor. Cabe mencionar que las recetas pueden variar y adaptarse según la región o la preferencia personal. Y entonces, ¿el montaito de pringá? . Pues es la pringá, pero entre dos trozos de pan.
5. Las pavías de bacalao
Las pavías de bacalao es un plato típico de la Semana Santa sevillana, pero lo puedes encontrar en todas las épocas del año. Se suele presentar como tapa y consiste en varias de tiras o filetes finos de bacalao rebozados y fritos, lo que les confiere una textura crujiente por fuera y una carne tierna y jugosa por dentro.
6. Las espinacas con garbanzos
Las espinacas con garbanzos es uno de los platos más típicos de la cocina sevillana. Se prepara sobre todo durante la Cuaresma y la Semana Santa, pero lo puedes encontrar durante todo el año. Este plato tan conocido se sirve caliente y está hecho a base de espinacas y garbanzos, condimentados con ajo y pimentón, entre otros ingredientes.
7. El piripi
El piripi es una de las tapas más famosas de Sevilla. Este montaito, original de la Bodeguita Antonio Romero, hará que se te haga la boca agua nada más conozcas sus ingredientes: pan, bacon, queso, filete de lomo de cerdo, tomate y mayonesa. Pruébalo con una Cruzcampo bien fresquita y te sentirás como un sevillano más.
8. El vino de naranja
El vino de naranja es una especialidad de la región de Andalucía y se asocia particularmente con la ciudad de Sevilla. Este vino es conocido por su sabor único y aromas cítricos, que provienen de la adición de naranjas durante el proceso de elaboración. Suele tener una graduación de 15º , o incluso menos, y te recomendamos tomarlo en Álvaro Peregil o en la Bodega Santa Cruz “Las Columnas”, ambos muy cerca de la Catedral, con un montaito de pringá o con una tapa de carrillada.
9. Las torrijas y los pestiños
Si te apetece algo dulce no te puedes ir de Sevilla sin probar las torrijas y los pestiños. Las torrijas son rebanadas de pan que se empapan en una mezcla de leche, huevo y azúcar, a veces en vino, y luego se fríen hasta que quedan doradas. Una vez fritas, se suelen espolvorear con azúcar y canela. En cambio, los pestiños son unos dulces más pequeños y la receta básica consiste en mezclar harina, aceite de oliva, vino blanco, anís y otros ingredientes para formar una masa, que se corta en pequeñas formas, cuadradas o romboidales, y se fríen hasta que quedan doradas. Después de freírlos, se endulzan sumergiéndolos en miel o espolvoreándolos con azúcar. Los pestiños tienen una textura crujiente en el exterior y un interior tierno, en cambio las torrijas, suelen ser más tiernas. La receta de ambos varía según la región y el gusto de cada uno (hay torrijas incluso de chocolate) y son especialmente populares durante la Cuaresma y la Semana Santa.
Como puedes ver, la gastronomía sevillana goza de una gran variedad de platos, que combinados con sus monumentos, su cultura, y su ambiente harán que tu visita a Sevilla sea inolvidable.